CONTRA EL CETA Y EL TTIP

Este próximo 15 de febrero se vota finalmente en el Parlamento Europeo la ratificación del CETA (el acuerdo de Comercio entre Canadá y la Unión Europea). Estos acuerdos de libre comercio llevan gestándose años y se han dado a conocer hace relativamente poco, cuando ya estaba su elaboración constituida y van a pasar a votarse para su aprobación.

Desde el grupo municipal Izquierda Unida- Los Verdes Zafra entendemos que estos tratados van a suponer un perjuicio a los derechos laborales, a los productos estatales y al medioambiente, por lo que el pasado 28 de octubre presentamos una moción solicitando que el Ayuntamiento de Zafra se declarara en contra de los Tratados TTIP y CETA de la Unión Europea y los EE.UU y Canadá, conocidos como de “libre comercio”, así como el mecanismo de arbitraje mediante tribunales privados; y que el Ayuntamiento instara al Gobierno de la nación para que el rechazo o aprobación del tratado se realice mediante referéndum vinculante. Esta moción fue debatida en pleno el pasado 18 de enero y, como era de prever, tuvimos en contra el voto tanto del grupo popular como del grupo socialista. El propio Alcalde nos comparó con Trump por pedir la cancelación de estos tratados y defendió la globalización que “tanto beneficia a las personas” (esta estratagema de poner a aquellos que estamos en contra de estos tratados por defender los derechos más básicos de las personas trabajadoras y del medioambiente al mismo nivel que aquellos que están en contra de estos tratados por defender un proteccionismo agresivo que les sirva de recuperación de poder económico y global ya la está llevando a cabo todo el PSOE-PP a nivel estatal, tampoco pensemos que es nada nuevo). Pero, ¿realmente benefician estos tratados a las personas particulares? ¿O benefician a las grandes multinacionales? ¿Queremos seguir fomentando que la mayor parte de riqueza se concentre en el 10% del planeta? ¿Queremos seguir fomentando el alarmante ritmo de deforestación y de extinción de especies?  Vamos a hacer un pequeño repaso de lo que supone la aprobación de estos tratados.

La comisión de la UE que negocia el tratado se ha reunido el 92% de las veces con los lobbies de las multinacionales, y sólo el 8% con representantes de la sociedad civil. Estos tratados nos imponen los intereses económicos de las multinacionales en detrimento de los derechos de las personas, favoreciendo la concentración del poder en manos de unas pocas multinacionales, socavando la democracia de los países. Las consecuencias directas que derivan de su aplicación son: el ataque a los derechos laborales y sociales que tenemos en Europa; la comercialización dela carne hormonaza o tratada con antibióticos; desaparición de la mayor parte de las denominaciones de origen (en España sólo se respetarían 27 de ellas), cultivos de alimentos transgénicos, extracción de hidrocarburos mediante la técnica de fracking (lo que contamina las aguas subterráneas y superficiales y eleva el número de terremotos), la desregulación de leyes medioambientales y la implantación de tribunales de arbitraje privados, por los que poder demandar a los Estados en caso de aplicar legislación que vaya en contra de los intereses de las grandes multinacionales.
Ante la necesidad de que sea la sociedad civil la que decida la aceptación o no de los tratados mediante referéndum, con la información, debate y transparencia adecuados, que solicitamos desde Izquierda Unida, el Gobierno Central, Autonómico y Local en este caso dice no, tachándonos de alarmismo, demagogia y similares a la ultraderecha.

Pero no sólo Izquierda Unida está en contra de la aplicación de estos tratados. Se han pronunciado al respecto un gran número de asociaciones, fundaciones, partidos, etc. Entre otros, Greenpeace alerta que la aprobación del CETA y el TTIP permitiría la entrada de productos canadienses y estadounidenses con estándares ambientales más bajos que los europeos, como la carne de vacuno y porcino hormonaza o el trigo transgénico, y que además diremos adiós al sistema actual de evaluación de riesgos para políticas ambientales y de seguridad alimentaria, que se basa en el principio de precaución. Supondría, entonces, aniquilar muchas conquistas y avances en materia ambiental y de seguridad alimentaria. Por otra parte, las grandes empresas podrán utilizar los tribunales de arbitraje, un sistema de “justicia privada” que entra en colisión con el Estado de Derecho, para demandar a los gobiernos europeos cuando éstos tomen decisiones en defensa del medio ambiente, la salud y el interés público. Por su lado, el grupo animalista PACMA rechaza el TTIP por suponer una total ruptura con el modelo económico actual, que empeoraría los estándares comunitarios en materia de bienestar animal, mediomabientales y sociales, y haría primar los intereses de las grandes corporaciones, especialmente estadounidenses, sobre las personas, ya que implicaría la liberazación de servicios públicos esenciales y se activarían mecanismos de arbitraje para sortear la legislación actual en beneficio de un comercio internacional, sin garantías en ningún sentido. Si queréis saber su perspectiva jurídica, desde Jueces para la Democracia se elabora este documento bien completo, donde explican el TTIP desde una perspectiva donde analizan su transparencia, la cooperación regulatoria, su incidencia sobre consumidores y usuarios, sus consecuencias laborales y sus consecuencias medioambientales. Desde luego, nada parecido a lo que ha venido defendiendo el PSOE que iba a ser su implantación.
http://www.noalttip.org/wp-content/uploads/2016/11/Jueces-para-la-democracia-TTIP.pdf

Para terminar, os dejo un video de la compañera Sol Sánchez, donde lo explica divinamente.

Salud y república.


https://www.youtube.com/watch?v=mFHz0KFuVCw&t=12s

No hay comentarios:

Publicar un comentario